Cómo solucionar un gran problema: versión Toyota
En el mundo automotor existe una revista sueca muy prestigiosa llamada Teknikens Värld que tiró una bomba: la Toyota Hilux se vuelca. Horror para una 4×4. En el video de abajo podemos ver que la publicación mencionada realizó lo que se denomina “la prueba del alce”, llamada así porque simula una evasión rápida a 56 km/h de un alce (en Suecia parece que hay alces no vacas), dicho en criollo: esquivar un animal de un volantazo. En la prueba fueron testeados los principales modelos del mismo segmento en el mundo, vehículos que (incluida la propia Hilux) cuentan con lo que se llama Control de Estabilidad, que se trata de una sistema eléctrico que reparte el frenado de las ruedas haciendo muy estables a los autos en situaciones de derrape como curvas, deslizamientos o cruces de alces. Pero la Hilux casi vuelca. Horror del horror, 4×4, control de estabilidad… Pero eso no es todo, el modelo anterior (2007) ya había dado los mismos resultados.
Resumamos hasta acá: la Hilux con control de estabilidad (obligatorio para este segmento) puede volcar y el modelo al que reemplazó, también. Problemita, ¿no?
Contextualicemos a Toyota para dimensionar el problema: En 2016 vendió 8.476.885 vehículos en el mundo, de un total de 93,5 millones de ventas, ubicándola como la marca más vendida del 2016 y teniendo al Corolla (sedán de la marca) como el auto más vendido del mundo el año pasado con 1.316.383 unidades. Pero hay más. La Hilux se produce en siete países para todo el mundo, esos países son: Tailandia, Sudáfrica, Filipinas, China, Pakistán, Indonesia y la conocida por nosotros República Argentina, donde se fabrica el modelo desde el año 1997. En Argentina durante el 2016 Hilux fue el vehículo de todo tipo más vendido con 31.964 unidades, es decir que se vendieron 87 camionetas por día, subiendo esa cifra a 1493 unidades en el mundo por día con un total anual de 545.208 Hilux vendidas. Números muy, muy importantes, de miles de millones. Pero el producto, dicen los suecos, se vuelca.
Entonces los japoneses usaron sus mejores herramientas, el pensamiento y la paciencia. Analizaron los resultados y en su primer comunicado anunciaron cambios en los perfiles de los neumáticos, la cantidad de aire recomendada y una regulación del sistema de control de estabilidad. Pero, ¿volcaba la Hilux? Si tenías alguna duda, le pusieron un tráiler con una Totoya 86 (auto deportivo de la marca) y esquivaron los conitos.
La Hilux esquiva los conos (alces) llevando un tráiler con el tipo de auto más estable que una marca puede hacer. Una Hilux con mucho ego puede ser más estable que el auto más estable porque lo lleva consigo. Genial. Además hay otro detalle: en el tiempo 0:48 del mismo video, la versión a radio control (que esquiva conitos a su medida) casi vuelca como pasó con el modelo original en la prueba del alce, pero es la antigua. Inmediatamente la escena cambia a la nueva Hilux que aprendió de sus errores y no niega lo que pasó. Valor fundamental para la confiabilidad en una marca. Magia publicitaria para salvar al ícono de Toyota.
Por Luciano Verdi, Técnico Universitario en Comunicación Social.