Rolex: construir lo que querés representar
Cada ser humano en la tierra sabe lo que Rolex representa. Es una de las marcas más prestigiosas que hay. Y vende… ¡Relojes! ¿Lo pensaste alguna vez? ¡Relojes! ¿Cómo es que esto pasó? ¿Cómo se convierte un producto habitual en algo distinguido? Bueno, parece que la mejor respuesta que le cabe a Rolex es la particular manera en que ha puesto a prueba a sus productos desde los orígenes de la empresa.
En 1905, Hans Wilsdorf empezó a hacer relojes. Pero tuvo la idea más brillante en la historia de la relojería (conocimiento que ya estaba inventado y muy avanzado para la época), pensó en que además de hacer relojes elegantes, estos debían ser fiables. Entonces acá viene la pregunta ¿Cómo se hace un reloj fiable? ¿Hacemos un buen reloj? Bueno, en principio sí, los primeros Rolex tenían materiales nobles que aseguraban su durabilidad. Pero hay algo más, algo importante. ¿Quiénes usan un reloj? A principios del siglo XX todo el mundo, tal como los celulares hoy.
Entonces, si todos usan un reloj ¿Qué hay de aquellos que lo necesitan en circunstancias que un reloj no funcionaría? Aquí comienza el prestigio de los relojes Rolex. En 1926, Rolex inventó el primer reloj hermético al polvo y al agua. Pero afirmar que un reloj es hermético no es lo mismo que demostrarlo. Así fue que 1927, un
Rolex Oyster atravesó el Canal de la Mancha en la muñeca de la nadadora inglesa Mercedes Gleitze. Esta histórica travesía duró más de diez horas y al finalizar se percató que el reloj seguía funcionando. A raíz de tamaño éxito, Rolex hizo una publicación en el diario de mayor tirada hablando de las bondades del reloj, con el testimonio de Gleitze, claro.
Luego de patentar el rotor perpetual en 1931 e inventar así el primer mecanismo automático del mundo, en 1933 una misión que sobrevoló el Everest se equipó con los relojes que usó antes la nadadora. Para esos tiempos, volar a esas alturas (más de 7 mil metros) era toda una novedad donde la relojería tradicional terminaba por descomponerse. No así pasó con los Oyster, ya que los integrantes del equipo manifestaron su total satisfacción con el funcionamiento de los relojes.
Poco a poco, Rolex se iba aproximando a la distinción. ¿Qué mejor que un buen producto en manos de gente distinguida por sus logros? Y mejor aún eran los comentarios de esas mismas personalidades asombradas por los atributos técnicos de los Rolex.
Durante los años treinta, Rolex y Sir Malcolm Campbell, uno de los pilotos más rápidos del mundo, se unieron en la búsqueda de la velocidad. El 4 de septiembre de 1935, Campbell, estableció un récord de velocidad terrestre de ¡485 kilómetros por hora! Al volante de su Bluebird y con un Rolex en la muñeca. El piloto dijo: “Hace tiempo ya que uso mi reloj Rolex y sigue funcionando a la perfección en condiciones bastante extremas”.
Para 1945 Rolex creó el primer reloj que indica la fecha de a través de una ventanilla en la esfera. Así que fue que en los siguientes años, la empresa desarrolló relojes profesionales que podían ser utilizados como herramientas y
cuyas funciones iban más allá de dar la hora. Estos relojes habían sido diseñados para actividades profesionales como el submarinismo, la aviación, el alpinismo y la exploración científica. Generaron un gran entusiasmo y pasaron a ser conocidos como los relojes de los triunfadores.
Como si algo hiciera falta para mejorar la reputación, en 1953 les dieron un par de rejoles a los señores Edmund Hillary y Tenzing Norgay, quienes alcanzaron la cima del Monte Everest ese año. También por esas fechas, lanzaron el Submariner, que fue el primer reloj de submarinismo en garantizar una hermeticidad hasta una profundidad de 100 metros. Su bisel giratorio permite a los submarinistas leer el tiempo de inmersión. Un tiempo después lanzaron el GMTMaster, diseñado para los pilotos de aerolínea. Se convirtió en el reloj oficial de varias aerolíneas, entre ellas la famosa Pan American World Airways.
Su característica más distintiva era el bisel en dos tonos que distinguía las horas diurnas de las nocturnas. Y si algo faltaba, en 1956, lanzaron el Milgauss siguiendo las necesidades de la comunidad científica. Este reloj único tiene la
capacidad de resistir campos magnéticos y es utilizado en diversas investigaciones científicas.
Hoy, Roger Federer (sin discusión el mejor tenista de la historia) es la principal cara de Rolex, y la razón es su prestigio y excelencia. Tal como los Rolex, que son suizos también. De hecho, en cada trofeo que levanta Roger tiene su Rolex en el brazo (nada de casualidad, eh). Así, con un pequeño guiño a la nacionalidad también, Rolex mantiene su línea de publicidad desde hace más de cien años. Una prueba más de cómo la constancia da resultados.
Por Luciano Verdi, Lic. en Comunicación Social