Cómo pensar la creatividad
Constantemente nos pasa en la vida. Ocurre tan a menudo que se convierte en una necesidad como respirar o comer. La creatividad es necesaria como el agua para agilizar tareas y responder a ellas con soluciones rendidoras. Pero, ¿cómo se piensa la creatividad? ¿Es una chispa que explota y listo? Nosotros te decimos, con nuestra propia experiencia, que la creatividad se puede entrenar.
En el proceso de la creatividad, según la neurociencia, sucede algo que te vamos a explicar brevemente: el cerebro siempre que puede tiende a reducir el consumo de energía, por lo que resuelve las dificultades que van surgiendo con las soluciones “conocidas” para no gastar recursos en pensar otra posibilidad. Cuando somos creativos, las neuronas entran en acción y sucede la sinapsis, a través de la cual estas se conectan y consumen más energía de la habitual. Entonces, podemos afirmar que la creatividad es un proceso cansador.
Entendido esto, vamos a explicar el primer punto: la creatividad se instruye a sí misma. Mandamiento fundamental del proceso creativo, no solo se trata de pensar distinto una situación o problema, sino de entrenar al cerebro haciendo actividades distintas que habiliten a “mover las neuronas”. A ver, si vos buscas la mejor manera de hacer una campaña de marketing o cómo diseñar y ejecutar un anuncio para publicitar, hacerlo en un escritorio con el solo estímulo de una pared en frente es poner al cerebro dentro de un límite, donde lo palpable alrededor es ya conocido y nos encuentra en pleno ahorro de energía. El punto está en hacer cosas creativas para pensar creativamente. Conocida es la política de la empresa Google en esto, con juegos y espacios para el recreo de los empleados en las mismas instalaciones. Esto no es porque Google sea buena onda, sino porque saben que las personas en un ambiente desestructurado, se (redundancia) desestructuran a sí mismas. La meta es mantenerse activo y plantearse actividades opuestas entre sí para pensar con creatividad, el cerebro estará entonces más entrenado para salir de los pantanos creativos.
Ahora bien, ya sabemos que la creatividad se crea a sí. ¿Pero qué podemos hacer en concreto para activar la creatividad?
Escribir: la misma neurociencia ha demostrado que escribir libera tensiones e información. El hecho de pasar a una hoja lo que pensamos clarifica el panorama y podemos pensar mejor. Nosotros recomendamos la escritura libre, vomitar en la hoja lo que tenemos sin pensar. Grandes ideas surgen de allí.
Libreta: La libreta no pasa de moda. Es indestructible. Así que llevá una siempre con vos (una chiquita, de bolsillo – y algún lápiz-). Uno jamás sabe dónde se puede activar la creatividad de forma repentina; en la calle, en el colectivo o hasta en un bar con amigos. Anotaciones rápidas pueden ser una gran fuente de recursos creativos para después.
Sé divertido: Si vas a estar amargado y preocupado todo el día, las soluciones creativas no van a ser tu fuerte. Hay que saltar y bailar, cantar en la ducha, moverse, hacer chistes, funcionar como un arlequín. Y reírse, mucho. La endorfina que se libera en estos casos es muy positiva para estimular el pensamiento.
Buena alimentación: Desayuno completísimo. Café (dos al día) y mucha fruta que te dé energía. Si estamos a media máquina las ideas serán la mitad de creativas.
Abierto y colaborador: Hay que abrirse a las posibilidades. Escuchar los consejos, pedir feedback constante y ayudar en otros proyectos. El cambio de ritmos y de posiciones respecto a las soluciones fortalece el enriquecimiento de experiencia a la hora de resolver creativamente.
No lo fuerces: Si no sale, no sale. Se descansa y listo.
Pizarrón: Es la libreta de tu lugar de trabajo. Un bello pizarrón para dibujar y anotar ideas es tan útil como divertido. Dice la leyenda que si dejás una idea escrita durante la noche, al día siguiente el ratón de la suerte la termina (no nos ha pasado aún).
Leé un cuento de terror o suspenso: Sí, el suspenso genera un cosquilleo que siempre te deja esa pregunta de ¿y ahora? Al margen de si el monstruo logrará su cometido o – en el caso de un policial- si sabremos quién es el ladrón que busca Sherlock Holmes, toda esta información y suposiciones que vayas creando te harán activar la creatividad de manera automática. Al leer imaginamos lo va a pasar y también lo que está pasando. Así que dejá la serie un ratito, te decimos.
No leas el horóscopo: La luna en Júpiter no define tu situación laboral, lo hacés vos mismo con tu empuje, empeño y voluntad. ¡Vos podés! ¡Adelante pequeño creativo!
Por Luciano Verdi, Técnico en Comunicación Social.