“Hoy, la inmediatez es el minuto a minuto”
Mati es un transformer, pero es de acá, de este planeta. Diseñador gráfico por naturaleza, proyecta el diseño en todos sus trabajos, incluso en aquellos donde lo inmediato requiere una solución expeditiva. ¿Crear un logo? ¿Hacer la fotografía para un catálogo de productos? ¿Construir un mueble o levantar una pared? ¿Barrenar una ola en Miramar? Todo lo puede. En esta nota nos cuenta cómo y también de qué se trata este plano de la realidad donde existen “los diseñadores” ¿Con qué se come eso?
Che, viste que hay mucha gente que no sabe bien qué hace un diseñador gráfico. Entonces, para simplificarlo, busqué las respuestas más zonzas de toda la web, esas de los foros de preguntas. Quiero que me digas cuál se acerca más. Primero tenemos:
- “Un diseñador es igual a un estructurador de espacios”.
- Eso para mí lo vieron como si fuera un diseñador de interiores o un arquitecto.
- “Alguien que crea cosas gráficas que llamen la atención”.
- A veces la gente interpreta que sólo hacemos cosas que se pueden tocar. Es muy acotado decir que solo hacemos cosas impresas.
- Y viste… esos son los pensamientos que a veces dan vuelta. Queda “arquitecto de discursos visuales” y bueno, “diseñador de gráficos” que lo sumé porque era gracioso.
- Yo siempre jodo con que los arquitectos y los diseñadores gráficos son enemigos naturales.
- ¿Por qué?
- Me ha pasado en mi carrera, sobretodo en mis principios cuando hacía stands, que trabajaba mucho con arquitectos. Y pasa que muchos de ellos piensan que son “diseñadores + arquitectos” y creen que por ser arquitectos saben de diseño gráfico “mi logo lo hice yo” dicen por ahí.
- ¿Y al revés?
- Bueno, yo soy maestro mayor de obras, jaja.
- Ah, entonces podemos decir que sos completo
- ¿Podemos convenir entonces que en el diseño gráfico hay una mezcla entre lo útil y lo estético?
- Sí, desde luego.
A ver, vos sos un tipo muy ordenado metódico en tu laburo…
- ¿Dijiste maniático?
- No, no. Pero ya vamos a llegar lo maniático.
¿Cuándo sentís que un trabajo está bien hecho?
- ¿El límite de la autocrítica, decís?
- Sí, digamos el momento cuando está listo para salir.
- Es muy difícil eso. Depende del cliente. Uno puede decir que el trabajo está termino cuando le mandás el primer boceto y el tipo te festeja con fuegos artificiales, y sí puede estarlo. Pero personalmente no me quedo con eso. Siempre intento que el primer boceto sea una suerte de aproximación de “nos estamos conociendo”. Es mostrar cómo uno diseña y también cómo uno interpreta a la marca o empresa. Si el primer diseño se aprueba, eso me habilita a perfeccionar y desarrollar la idea.
¿Qué es más importante? ¿Que un trabajo sea funcional u original?
- Hay mucha gente que te pide “copiarse”, imitar, digamos. Hay infinidad de casos de “chinadas”, que se le dice a todo lo que imita a otra cosa que ya existe. Un diseño original te puede llevar a que tenga más vistas y que sea mucho más efectivo a la hora de compararse con otro. En mi caso, los diseños siempre son más bien muy funcionales, busco un equilibrio porque la mayoría de nuestros clientes no buscan destacar por la siendo diferentes. Se pueden tomar excepciones como campañas publicitarias donde la originalidad ayuda a que se viralice, pero son casos puntuales.
La locura o como decíamos “lo maniático” ¿Qué lugar ocupa en el proceso creativo? ¿Puede convivir con lo metódico?
- Creo que el nivel de metódico y orden van según el producto que estás creando. El ambiente laboral tiene que estar loco (o más o menos), para desarrollar la creatividad, diferentes atmósferas que disparen diferentes emociones que te llevan a ejercitar un pensamiento lateral. Si yo tuviera que hacer un trabajo de pensamiento lineal como por ejemplo cargar datos, pongo de fondo música tranquila, pero si tengo que crear voy buscando diferentes estímulos externos y lo voy haciendo en diferentes momentos del día. En el Estudio a la hora de crear pasamos de cumbia a heavy Metal de un momento al otro, jaja.
- ¿En qué momento del día llega la inspiración?
- A la mañana no. Jaja. Después de las 10 se puede empezar a pensar. O la noche, porque uno se va a la casa con la idea en la cabeza.
- Hay un capítulo de los Simpson, donde Moe le muestra a Homero una freidora que puede freír un búfalo en 40 segundos, a lo que Homero responde: ¿40 segundos? ¡Pero yo lo quiero ya! ¿Cómo convive el diseñador con la necesidad de lo inmediato de los clientes? ¿Se puede mantener la creatividad cuando el tiempo te corre?
- Si lo decías hace cinco años, te decía que lo inmediato es 48 horas. Hace dos años era durante el día. Y hoy es para dentro de 10 minutos. El problema es que la necesidad de lo inmediato y la invasión que permite WhatsApp, te lleva a que los clientes puedan llegar a uno directamente, intervengan en el proceso y modifiquen las prioridades. Y uno, para satisfacer esa demanda envía bocetos y capturas de pantalla. Hay que estar muy seguro de uno mismo, y de lo que se está haciendo.
Además de diseñador, sos fotógrafo. Siempre en tu navegador hay una ventana abierta con páginas de insumos de fotografía. ¿Qué herramientas te ofrece la fotografía para tu laburo como diseñador? ¿Cómo se conectan esos mundos?
- Sí, la fotografía es algo que empezó en la época de facultad, y pasó de un hobby a prácticamente un vicio, jaja. Sucede que a veces es más práctico, ante la necesidad de la inmediatez como decíamos antes, que yo agarre la cámara y salga a hacer el trabajo. Lo que más me gusta es la fotografía de productos, que me sirve para complementar con mis diseños. Hice cursos de fotografía de modelos y demás, pero solo para descubrir que no me apasiona tanto.
- Sos el que más tiempo lleva acá. ¿Cuál fue el laburo más complejo que te tocó?
- Creo que los desafíos van cambiando de forma. Cuando recién empezamos un desafío grande era hacer BTL, una promo de verano o algo así… Con el paso de los años fue cambiando, hacer promos dejó de dar miedo porque hacíamos un montón, después daba miedo hacer audiovisuales, y después pasó con lo mismo con los sitios web. Hoy podemos hacer de todo porque estamos capacitados y tenemos buenas alianzas profesionales. Igualmente, lo más complejo es formar una relación sólida con los clientes complejos que implican todos los rubros: diseño, fotografía, castings, impresiones, hasta ploteados de vehículos. Como director de arte tengo que conocer de todos los rubros para supervisar cada trabajo en todas las áreas, desde lo comunicacional hasta lo técnico constructivo y lograr un producto final de calidad.
Bonus del entrevistado:
- Estudió Diseño Gráfico en la Martín A. Malharro.
- Puede mutar a carpintero o albañil si se requiere.
- Sabe de artes marciales (hay que tener cuidado con criticar mucho sus diseños) y domina la técnica de encerar y pulir de Karate Kid.
- Calcula medidas utilizando solo su vista.
- Veces que una ola malvada lo tiró de la tabla de Bodyboard: 2800.
- Alguna vez tuvo el pelo como Krusty el payaso.
Por Luciano Verdi, Lic. en Comunicación Social
PH Encabezado: Matías Tazza