El fútbol, mi vieja y el diseñador, un solo corazón
Amantes del fútbol, hijos pródigos del balompié, de los regates y las chutadas al ángulo, de besarse la camiseta y zambullirse en el barro que se junta sobre el córner. Las cosas van a empezar a cambiar. Dentro de poquito, vamos a ver cómo se hace un mundial en que los árbitros improvisarán una nueva coreografía: dibujar un cuadrado en el aire. Forma geométrica que tendrá por sentido detener el juego para observar un televisor, sitio desde donde se juzgará intencionalidades, posiciones y cualquiera de esos sucesos que en nuestro fútbol amorosamente se llaman avivadas. Pero el fútbol de hoy ya no es para los vivos. Hoy, la hinchada no le grita solo a los jugadores, sino también a los diseñadores, sí, esa gente rara (claro, si hacen bien su trabajo).
El fútbol de elite se compone de clubes que no son clubes. Son asociaciones o empresas que no están esperando el ingreso del buffet o cuántos socios que se inscriben a pileta para sobrevivir. Dependen de construir identificación. Digamos, de generar y comunicar valor. En Europa hay vientos de cambio, pero sucede que esos vientos no paran, borran vectores, manchan paletas de colores y hasta cambian animales de lugar. Veamos. Debajo tenemos el escudo del gran Brentford (na, mentira, es un equipito). Este es un club de la segunda de Inglaterra, divisional que funciona igual a la primera división (la premier) aunque con una lógica marketinera más austera. Sobre la izquierda, vemos el escudo original y sobre la derecha el rediseño que se le hizo.
El proceso demandó 18 meses y se consultó a todo inglés que estaba por ahí tomando té a las cinco de la tarde. Según la agencia que lo realizó, aseguran que “Para lograr ser un club que se mantenga en la Premier League, Brentford necesita evolucionar fuera del campo, así como dentro del mismo. Se realizó un diseño más llamativo, sencillo y reconocible que se mantiene fiel a la herencia de las abejas”. En verdad no sabemos cuál es la herencia de las abejas, eso lo vas a tener que googlear, pero la cuestión es que a los clubes de fútbol europeos les ha agarrado una fiebre por renovar sus viejos escudos, y así, buscar una imagen que acompañe los tiempos que se avecinan, como lo es adaptar un escudo para que pueda ser aplicable en redes sociales, apps y teléfonos móviles. Optimizar, nos dicen por abajo los diseñadores.
Pero no todo es consenso, optimización y herencia de abejas. Otro escudo que ha cambiado es el del Atlético de Madrid. Ese club realizó un cambio de imagen integral. Nuevo estadio, nueva camiseta, nuevos sponsors y nuevo escudo. Solo mantiene de antes al Cholo Simeone. Este escudo es particular, y así como el del Brentford, tiene fauna (y flora).
En los últimos años retocaron muchas veces el escudo, siempre cambiando pequeños detalles de líneas pero con la manía de reubicar a ese oso junto a un árbol que aparece (el oso y el madroño, símbolos de la ciudad de Madrid… sí Madroño – Madrid… tiene nombre de árbol). Según quienes realizaron el trabajo, afirman que desapareció el negro, marrón, verde y amarillo, para dar protagonismo a los colores fundamentales del equipo, rojo, blanco y azul, modificando su intensidad y tono, siendo ahora como los utilizados en la primera etapa histórica del club. La vinculación del club con la ciudad de Madrid, además, se refuerza visualmente. Pero parece que hay madrileños que no les alcanza esta explicación, y entre tapas y jamón discuten la belleza gráfica de este nuevo escudo. No, no a todos les gusta. Considerando también que el anteúltimo que figura en la imagen es del 2016 y el siguiente del 2017, ¿tanto lo vas a cambiar?… Pero hay un consuelo: Madrid no es Turín.
Los italianos también comen jamón, pero ellos le dicen prosciutto y lo enmarcan en una picadita, denominada antipasto. Tan hermosa y bella es esta tradición, que los simpatizantes de la Juventus no tuvieron tiempo de ver qué hacían con su escudo. Imaginate, pan casero, vino de la toscana, quesos de estación, en fin. Una locura, diría el ejecutivo de cuentas de Mint. Volviendo al tema, resulta que los hinchas de la Juve despertaron un día y vieron lo siguiente:
A ver. Esas dos líneas bien minimalistas se supone que evocan el espíritu de un club, sus logros, su imagen. Sí, dos líneas, que simulan la silueta de una J. Una decisión por demás jugada, considerando cómo era anteriormente el escudo.Cómo era de esperar, los memes estuvieron a la orden del día, no los vamos a compartir aquí porque algunos (la mayoría) son inapropiados, aunque sí muy originales. Pero lo extraño de todo esto fue que este escudo no tuvo grandes quejas, o sí, pero fue tan grande el asombro del cambio, que los aficionados ni tiempo tuvieron de chistar. Aunque alguien, en protesta, diseñó este escudo:
Algo similar le pasó a los hinchas del Leeds United. Un club legendario inglés que, a diferencia de la comunidad del Brentford, los simpatizantes del Leeds no tomaron té, sino que cerveza y mucha. Hace algunos días el club publicó un bello tweet con la leyenda “Nuestro nuevo escudo: seis meses de trabajo, 10.000 personas consultadas, listo para los próximos 100 años”, acompañado de la siguiente imagen:
Los hinchas se quejaron mucho. Tanto así que un grupo empezó a juntar firmas para que lo cambiaran, alegando en una publicación en Change.org que “El 24 de enero de 2018 el Leeds United presentó su nuevo escudo. El diseño es horroroso. Esta petición es para que el club no utilice este nuevo diseño. Se burla del Leeds United y de su historia y ofende a los aficionados”. El brazo extendido simboliza el saludo que su afición le hace al equipo, pero parece que ponerlo en un escudo para verlo los próximos cien años ya es mucho.
Así podríamos estar todo el día. La mayoría de los clubes europeos cambian año a año sus escudos, buscando la mejor adaptación para el mundo que se vive, donde la imagen es fundamental. Ahora, ¿qué pasa con los clubes argentinos? ¿Alguien se atrevería a hacer un cambio como el de Juventus? Tratemos de conservar el Obelisco entero, mejor. Eso mismo se debe pensar en los clubes. Lo cierto es que, en los últimos años, los clubes argentinos más importantes han hecho adaptaciones para redes sociales, pero los formatos de los escudos no han cambiado desde los 80´ o los 90´ cuando se modernizaron un poco y, por ejemplo, al escudo de Boca, se le agregaron estrellas dentro de su contorno, cubriendo toda la superficie. Tal vez el cambio más radical a nivel local. Ahora, ¿no será necesario repensar la imagen gráfica de nuestro fútbol también? Te dejo pensando. Aguante el Brentford, que este año, cueste lo que cueste…
Por Luciano Verdi, Licenciado en Comunicación Social