“¿Estás buscando tu…?” Ya está bien, Trivago
Todo ser que respire y viva en Latinoamérica sabe de la existencia de Trivago, una página web que te permite hacer eso que ya sabés. Aparece a cada rato, en la televisión, en la publicidad de cualquier plataforma, incluso en “las pausas comerciales” de You Tube, aunque ahí el rey es Wix, otro insistidor como Trivago, que te ofrece “hacer tu propia página web”.
Hay dos grandes verdades en la vida. La primera es que las milanesas más ricas son las de mamá (o las de la suegra si necesitamos sumar puntos). Y la segunda, que cuando buscamos nuestro hotel al mejor precio, primero nos fijamos en cual sitio queda de la ciudad que vamos a visitar y cuánto tiempo de traslado tenemos hasta donde vayamos, después si es cómodo, el desayuno, etcétera. El precio…si queremos ahorrar nos vamos un Hostel. Pero Trivago insiste, está ahí, agazapado.
Trivago es lo que se llama un metabuscador, su función es localizar información en los motores de búsqueda más populares y darte la información organizada en un solo lugar, en este caso, hoteles. Y aunque no lo creas, es una empresa alemana (sí, alemana) que está en prácticamente todo el mundo y utiliza la misma técnica de marketing, sin importar el idioma, sino mirá el video:
En la publicidad hay muchos métodos que aplican para que esta resulte efectiva. Algunos son el resultado de campañas que han marcado hitos y otros son simplemente una cuestión de sentido común. El efecto Trivago, tiene su contraindicación en que ya está cansando a la gente. Muchos le hablan al televisor diciéndole que ya lo saben, que listo, que no necesitan un hotel en ese momento. Pero eso sí, todo recordamos que si buscamos el mejor precio para nuestro hotel…
Lo decimos sin pelos en la lengua, la publicidad puede ser molesta si se repite demasiadas veces. Es como un chiste que te contaron mil veces. La primera vez te hizo morir de risa, ya en la vez mil querés romper cosas. Siempre es mejor ser pacientes y apuntar al público indicado. Es como si te enamorás y vas todos los días a decirle a esa persona especial “¿Sabés que te quiero?”. Te va a terminar odiando, claro que sí. No tenemos nada contra Trivago, tampoco lo utilizamos, pero este no deja de ser un fenómeno curioso para nuestra época, donde la influencia publicitaria es una ciencia más detallista y estudiada. Y recordad: un buen mensaje se puede gastar. No se dice por decir, ni en todo momento ni el mismo a todas las personas. Y vale tanto para empresas como para las relaciones persona a persona.
¿Y vos? ¿Ya encontraste tu hotel ideal al mejor precio?
(Dejá un comentario si lo hiciste, por favor)
Por Luciano Verdi, Licenciado en Comunicación Social