“Además de funcional, el diseño tiene que ser atractivo para que dure en el tiempo”
Al igual que el movimiento constante del pedaleo de una bicicleta, esa misma maquinaria que mueve piezas conectadas entre sí, de esa manera se forja el espíritu de este diseñador: una parte que se crea para ir construyendo otra, hasta llegar al resultado donde nace lo que proyecta y cuenta un buen diseño. ¿Cómo empieza todo esto, Cristian?
Che, ¿Por qué diseño?
Siempre me gustó todo lo que es el arte. Si bien sabía que las cosas estaban diseñadas, no conocía el sentido de la palabra. Pero me hacía sentir que era para el lado que yo quería ir. Me metí en la orientación de polimodal que era arte, diseño y comunicación. Y una vez ahí, me di cuenta que me encantaba. De hecho, fue muy loco, hice el test vocacional y me salió diseño… también matemática, pero no le di importancia. No puedo sumar ni dos más dos.
Antes de convertirte en diseñador ¿Qué se pasaba por la cabeza? ¿Qué soñabas ser?
Me hubiese encantado correr en bicicleta. Me encanta todo lo relacionado al ciclismo. Lo practiqué durante un tiempo en Olavarría, de donde soy. Siempre el deporte fue mi vía de escape.
¿Tenés algún recuerdo de cómo empezó el gusto por el ciclismo?
Desde siempre fue así. Me gusta mucho arreglarlas, me fijo en el diseño también. En el estudio tenemos un cliente que vende bicicletas y les explico diferencias y características de por ejemplo un cuadro. Pero todo es de mirar y recordar cuando era pibe y me compraba revistas… soy de la época de las revistas, jaja.
¿Qué estás haciendo ahora de laburo en el estudio?
Ahora estoy haciendo mucho de marca y también de lo que es diseño para redes.
¿Y qué disfrutás más?
Con la creación de marca. Siempre me gustó todo el proceso de la creación de una marca, desde la investigación previa, debatir la idea, los bocetos, hasta el resultado final.
Por acá suena música fuerte cuando te toca musicalizar…
Sí, siempre. O es reggae o es punk. No soy muy abierto a escuchar otras cosas. Pero si querés poner a Arjona, ponelo, te lo canto. Eso sí, un solo tema.
Pasaste por muchos laburos relacionados con el diseño ¿Qué te va dando la experiencia en este rubro?
Sí, pasé por muchos trabajos antes de llegar a donde estoy. Todos fueron experiencias distintas. De lo bueno te llevás recuerdos hermosos y los malos aprendés un montón.
¿Qué cosas se aprenden?
Digamos que a tratar con gente, a entender qué es lo que no querés hasta lo más groso, que es aprender a hacer las cosas. Cuando estudiaba diseño pensaba que las cosas eran de una manera, al llegar al trabajo la realidad te exige otra cosa. No se puede hacer las cosas tal cual como aprendiste. Los tiempos son distintos en un trabajo. De hecho creo que al trabajo hay que dedicarle el tiempo que se merece, si estás más o le dedicaste tiempo de más, te hace mal, la cabeza deja de estar fresca. Si estás cansado no te sientes a pensar. Conviene hacer algo más mecánico.
¿Cómo se logran los buenos resultados?
El entorno tiene que poder comunicar. Nosotros comunicamos. Si estamos aislados en una máquina, trabajando y nada más, eso no sirve. Hay que estar en constante relación con el entorno, porque además de hacer un producto funcional, este tiene que ser atractivo para que dure en el tiempo. Además de acorde a la época, al cliente y al público. Uno diseña para alguien al cual le tiene que gustar tu diseño, pero ese diseño le tiene que gustar también al público al que va dirigido. Entonces hay que abarcar todo.
¿El cliente tiene la razón?
Siempre, jaja. Igualmente todo se fundamenta y se busca un promedio entre la idea del cliente y la parte artística de uno. Se trata de hacer que lo que el cliente quiera, funcione. Porque si no llega al público… estás sonado.
A ver, una metáfora: viene un cliente y te dice que el mundo es plano y lo tenés que diseñar ¿Qué haces?
Trataría de hacerle entender que el mundo no es plano, primero, jaja. Pasa mucho también que el cliente viene y te dice “el mundo es plano” y en realidad lo que quería era por ejemplo un dibujo de la ciudad de Mar del Plata, y lo quería todo en una sola vista. El tema que muchas veces pasa por entender la idea del cliente, saber interpretarla. Esa es la clave.
BONUS DEL ENTREVISTADO
- Estudió Diseño Gráfico en la Martín A. Malharro.
- Su mayor temor: tener las ruedas de la bici desinfladas.
- Labura bajo presión. Tiene un máster en sacar las papas quemadas del horno.
- Sueña con ser el sucesor de Ricky Fort, aunque no lo diga.
Por Luciano Verdi, Licenciado en Comunicación Social